Fútbol Argentino

Inédito, cómo se gestó la llegada de Ángel Di María a Rosario Central de pibe

El Fideo contó una tremenda anécdota de cómo se gestó su arribo al Canalla.

Por Roberto Tapia

Ángel Di María
Ángel Di María
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Hay cosas que el fútbol tiene como un destino claro y un norte marcado por una serie de circunstancias que solamente el tiempo sabe y puede explicar. Y esto es lo que sucedió con el volante ofensivo zurdo Ángel Di María, quien estaba marcado que iba a ser parte de las inferiores de Rosario Central y no de Newell’s Old Boys habiendo nacido en Rosario.

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De acuerdo con lo que publicó la cuenta de Twitter All About Argentina, Fideo cuenta detalladamente cómo se gestó su llegada al Canalla y qué injerencias tuvieron sus padres de acuerdo con su pasión y a los recursos con lo que contaban cuando el campeón del mundo tenía apenas siete años de vida. Por lo tanto, el amor puro de los papás del pibe que no era nadie en ese momento, a mediados de los años 90, pero que tenía un sueño pendiente e intacto que lo pudo cumplir con creces.

“Tenía siete años. Sonó el teléfono de mi padre. Rosario Central quería que jugara en su equipo juvenil. Fue gracioso. Mi padre era un gran hincha de Newell's Old Boys y mi madre era de Rosario Central. Si no vives en Rosario, nunca sabrás lo que eso significa... "Mi padre se negó porque no teníamos coche y la base de entrenamiento estaba situada a nueve kilómetros de casa. Sin embargo, la madre objetó: "No te preocupes, yo lo solucionaré”. Fue en esta época que apareció “Graciela”.

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¿Cómo terminó la historia en cuestión?

“Era una bicicleta vieja, amarilla y oxidada, con la que mi madre me llevaba a entrenar todos los días. Tenía una cesta delante y mi padre arregló una plataforma de madera a un lado para que mi hermana pequeña también pudiera venir con nosotros. Imagínese, mi madre nos conducía todos los días 18 kilómetros. Un niño detrás, una niña a un lado, una pequeña canasta delante de mí, que contenía mi uniforme, zapatos y algunos bocadillos. cuesta arriba. "En el descenso. En un barrio peligroso. Bajo la lluvia, en el frío, en la oscuridad. No importaba. Mamá llevaba saterful por ahí y Graciela nos llevaba a donde necesitábamos estar”.


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